Para 2050, la población mundial alcanzará los nueve mil millones de habitantes. Entre los grandes retos que asumirán los habitantes del planeta se encuentran temas de contaminación, de habitabilidad en las grandes urbes, de economía y concentración de la riqueza y, principalmente, de alimentación.
“Tendremos una tercera parte más de personas en el planeta y nuestros recursos son muy limitados”, dice Érika Gil, quien, junto con Magali Díaz, es cofundadora de Winko, un emprendimiento que quiere buscar una respuesta a este problema.
Winko se enfoca en la proteína de insectos como una alternativa viable, pues, de acuerdo con Gil, los insectos resultan ganadores en la ecuación nutrición-recursos, es decir, el aporte nutricional es alto y la inversión de recursos para obtenerlos es realmente baja en comparación con otros tipos de fuentes proteínicas.
“A la hora de decidir qué tipo de insecto queríamos usar nos guiamos por el perfil nutricional. Los chapulines ofrecen el mejor precio y representan el mejor producto considerando temas de nutrición, ambientales y hasta de versatilidad”, explica Magali Díaz.