Roma.- La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) indicó, refiriéndose a los territorios que gestionan los pueblos indígenas, “Los alimentos autóctonos también son particularmente nutritivos, y los sistemas alimentarios asociados a los pueblos indígenas son particularmente resilientes al cambio climático y están bien adaptados al medio ambiente”.
En el marco del día Internacional de los Pueblos Indígenas, que se celebra este viernes, indicó que “los modos de vida de los pueblos indígenas y sus medios de subsistencia pueden enseñarnos mucho sobre la conservación de los recursos naturales, la obtención y la producción de alimentos de manera sostenible y la vida en armonía con la naturaleza”.
La FAO destacó cinco aspectos en que los pueblos indígenas contribuyen a combatir el cambio climático y la producción de alimento de forma amigable con el ambiente:
El primero refiere a sus prácticas agrícolas tradicionales, están mejor adaptadas a un clima cambiante ya que a lo largo de los siglos, los pueblos indígenas han implementado técnicas adaptadas a entornos extremos, como las zonas de elevada altitud de los Andes o los pastizales secos de Kenia.
El segundo consiste en que conservan y restauran los bosques y los recursos naturales, los pueblos indígenas se observan a sí mismos parte de la naturaleza y del mismo sistema en el que viven.
En tercer lugar indicó que sus alimentos y tradiciones pueden ayudar a extender y diversificar las dietas, ya que en la actualidad, el planeta depende en gran medida de un pequeño conjunto de cultivos básicos.
“Sólo cinco de ellos –arroz, trigo, maíz, mijo y sorgo– proporcionan alrededor del 50 por ciento de nuestras necesidades de energía alimentaria. Ricos en cultivos nativos y nutritivos como la quinua y la oca, los sistemas alimentarios de los pueblos indígenas pueden ayudar al resto de la humanidad a ampliar su limitada base alimentaria para incorporar hierbas, arbustos, cereales, frutas, animales y peces que pueden no ser bien conocidos o utilizados en otras partes del mundo”, acotó.
El punto cuatro especifica que sus cultivos autóctonos son más resilientes frente al cambio climático, ya que muchos pueblos indígenas habitan en ambientes extremos, han elegido cultivos que también se han adaptado a esas condiciones.
El quinto aspecto refiere a que custodian una gran parte de la biodiversidad del planeta, ya que los territorios indígenas tradicionales abarcan el 22 por ciento de la superficie terrestre, pero alojan el 80 por ciento de su biodiversidad.
“Preservar esta biodiversidad resulta esencial para la seguridad alimentaria y la nutrición. El acervo genético de las especies vegetales y animales se encuentra en todos los biomas terrestres, así como en ríos, lagos y zonas marinas. Los pueblos indígenas, que viven de forma natural y sostenible, preservan estos espacios, ayudando a mantener la biodiversidad de las plantas y los animales en la naturaleza”.
La FAO considera a los pueblos indígenas como socios valiosos para proporcionar soluciones al cambio climático y desarrollar un mundo sin hambre. “Nunca lograremos soluciones a largo plazo para el cambio climático y la seguridad alimentaria y la nutrición sin contar con la ayuda de los pueblos indígenas y sin proteger sus derechos”.
Fuente: Notimex.