Entre los frutos secos básicos tenemos a las almendras, las nueces, las castañas, los cacahuates, las avellanas y los pistachos. Su principal beneficio es que contienen una buena cantidad de grasa no saturada que es la más sana para nuestro cuerpo.
Por otro lado, tienen poca grasa saturada por lo que con estos se puede reducir el riesgo de trastornos del metabolismo lipídico, el sobrepeso y la obesidad, así como enfermedades cardiovasculares. Se han hecho varios estudios al respecto.
De acuerdo a una investigación presentada en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología, en París, el comer frutos secos reduce hasta un 17% el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular. El resultado de una investigación de 12 años a 5,432 adultos sin antecedentes cardíacos en Isfahan, Arak y Najafabad.
Aparte de su grasas no saturadas, los frutos secos contienen proteínas, minerales, fitoesteroles, fibra y polifenoles que también benefician la salud de nuestro corazón.
Los beneficios son para todas las personas no influye su edad, su sexo o sus costumbres como el tabaquismo y el ejercicio.
Sin lugar a dudas los frutos secos frescos y crudo son los más saludables para nuestro cuerpo. Es importante que para disfrutar de todos sus beneficios no consumirlos rancios pues resultan dañinos, para ello hay que revisar que no huelan a pintura o sepan amargos o agrios.