La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) afirmó que durante la cuarentena se registró un encarecimiento acumulado por encima del 80% en los productos esenciales de la canasta básica, por ello rechazó cualquier posible incremento de impuestos a alimentos de alto contenido calórico y refrescos.
Entrevistado por Notimex, el presidente de la ANPEC, Cuauhtémoc Rivera, explicó que el periodo de confinamiento “estuvo muy pesado, hubo desabasto y encarecimiento” y por ello, rechazó que “algunas voces de Morena” intenten aplicar el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) a los refrescos y productos calóricos argumentado que es para proteger la salud de los mexicanos, porque en realidad lo que se recauda nunca llega al sector salud.
Recordó que durante todo el periodo de cuarentena hubo desabasto y encarecimiento de: alcohol, cubrebocas, gel antibacterial, desinfectantes, esto en el primer arranque de la enfermedad; después fue el huevo, el tomate, el chile, la cebolla, los cítricos y los granos; los cárnicos también contribuyeron a la inflación pues se elevó el precio de la pechuga de pollo, la carne de res y embutidos, como el jamón.
Así, el incremento acumulado de esos productos generó un alza del 80% en productos básicos; “los precios sí se incrementaron en un contexto donde muchas personas vieron perdido su empleo, la gente que trabaja al día no tenía sustento y otros más, vieron reducido su salario, entonces la situación fue complicada” más allá, dijo ahora con la nueva normalidad “veremos el impacto en la economía”.
“Cuando se eleva el IEPS con el discurso de mejorar la salud pública, los que pagan el aumento de este impuesto es el consumidor porque lo que se hace es elevar los precios de estos productos y el mayor golpe es a los bolsillos de los mexicanos. El colmo es que cobran el impuesto y no lo dedican a salud porque la prueba es que los médicos -aún en la emergencia- no han tenido insumos para trabajar”.
En el caso del tabaco dijo que, al inicio de este año, se actualizó el IEPS al cigarro contra la inflación. Se “inflactó” su precio 7 pesos por cajetilla, cuyo costo promedio subió a 63 pesos. Este aumento de impuestos ya se hizo, resultó un duro golpe a la economía de los 15 millones de fumadores que hay en el país.
Esta sobrecarga fiscal al cigarro legal -agregó- se ha traducido en el fortalecimiento del mercado del cigarro de contrabando en el país; con sus graves consecuencias: mayor riesgo sanitario, evasión fiscal, fortalecimiento de la informalidad y financiamiento a la delincuencia.
Respecto, al incremento en impuestos, el pasado 2 de junio -en comunicado- la Asociación Nacional de Productores de refrescos y Aguas carbonatas (ANPRAC) se pronunció en contra del aumento del IEPS a bebidas saborizadas porque dijo “afectaría a los más pobres”.
Dijo que resultaría en impactos negativos a la cadena de valor de toda la economía nacional en más de 13,000 millones de pesos, incluida la agroindustria, incrementando la pérdida de empleos en la economía en más de 20,000 puestos de trabajo, lo que se traduce en un impacto en el bienestar de millones de familias mexicanas.
Reitero que el IEPS aplicado a bebidas saborizadas es un impuesto a los pobres, el 57 % de lo recaudado lo han pagado los mexicanos con menos recursos; además de que no existe evidencia científica de que incrementar estos productos disminuya el sobrepeso y obesidad.
Finalmente, la ANPRAC aseguró que las bebidas saborizadas tienen una doble tributación ya que además de pagar la cuota del IEPS, pagan también el 16% de Impuesto al Valor Agregado (IVA), sumando así una carga tributaria aproximada del 30%.