Impulsada por la Red de Bancos de Alimentos de México y el Waste Resources Action Program (WRAP) del Reino Unido, se presentó la convocatoria para formar parte de “Pacto por la Comida”, un acuerdo voluntario sustentado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El Pacto por la Comida busca reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos en 50%, para el 2030, y el aumentar la recuperación y redistribución de alimentos para contribuir en la reducción de hambre en la población de nuestro país.
Al explicar el escenario actual en relación con esta problemática, María Teresa García Plata, directora general de Bancos de Alimentos de México, compartió que para el 2050 se necesitarán alimentos para 9.7 mil millones de habitantes en el mundo, sin embargo, la producción de esa cantidad de alimentos podría sumar 2° C al calentamiento global, mientras que hoy en día se desperdicia una tonelada de alimentos por cada dos que se producen.
“Es por eso que hacemos un llamado a las empresas mexicanas a sumarse a combatir la pérdida y el desperdicio de alimentos. Sabemos que muchas organizaciones han hecho ya mejoras de eficiencia en sus procesos, sin embargo, los desafíos mayores, es decir, los que abarquen al total de la cadena de producción, siguen sin ser atendidos por todos los que participan en ella, desde productores hasta consumidores”, aseguró.
Bajo esta perspectiva, Pacto por la Comida cuenta hoy en día, con las firmas y respaldo de las siguientes empresas y organizaciones: ConMéxico, Grupo Bimbo, Kellogg’s, Fundación Lala, Fundación Walmart México, Nestlé México, The Consumer Goods Forum – Latam, Trendsétera, Unilever y WWF México. Al respecto, Lourdes Castañeda, vicepresidenta de mercadotecnia de alimentos de Unilever México y Latinoamérica, mencionó: “los alimentos son demasiado valiosos como para ser desperdiciados; estamos convencidos de que juntos podemos poner fin a la crisis del desperdicio de alimentos y, como firmantes de Pacto por la Comida, continuaremos trabajando a través de la acción colectiva para contribuir a lograr este propósito”.
Por su parte, Jorge Rickards, director general de WWF México, añadió que “para WWF es fundamental impulsar medidas que ayuden a estabilizar y revertir la pérdida de la naturaleza, adoptando esfuerzos de conservación más audaces y ambiciosos, así como consiguiendo transformaciones en la forma en que producimos y consumimos alimentos. Debemos lograr mayor eficiencia en la producción y el comercio, reducir los residuos y favorecer dietas más saludables y sostenibles. Estamos convencidos de que Pacto por la Comida generará sólidas respuestas e intercambios productivos para evitar la pérdida y el desperdicio de alimentos”.
“Formar parte del Pacto por la Comida en México no solo fortalecerá nuestra guerra contra el desperdicio, al brindarnos la oportunidad de implementar metodologías exitosas y ya probadas en otras geografías, sino también nos permitirá aprender y compartir mejores prácticas para así seguir avanzando en el camino para cumplir con nuestro propósito de Alimentar un Mundo Mejor”, complementó Javier González Franco, director general adjunto de Grupo Bimbo.
Las empresas que decidan sumarse al Pacto por la Comida deberán comprometerse a establecer metas, a medir su progreso y a tomar acciones puntuales. Dicha metodología, que se ha implementado por WRAP, ha logrado ya resultados positivos en países como Reino Unido, donde -entre 2010 y 2012- se evitó que 1.7 toneladas métricas (TM) de comida fueran desperdiciadas, lo que representó un ahorro de emisiones de carbono por 5TM y más de 3 mil millones de libras.
La convocatoria, además de las grandes compañías directamente relacionadas con los alimentos, aspira a integrar también a empresas de materiales, transportes y logística, recursos y empaques, entre otros. En palabras de García Plata: “lo que hace único al Pacto por la Comida es la combinación de cinco puntos: 1) reúne a empresas en un foro no competitivo; 2) las conecta con el gobierno y legisladores para generar cambios holísticos; 3) fomenta la innovación en el sector para lograr cambios a largo plazo; 4) habilita el intercambio de mejores prácticas, y 5) utiliza medición y reportes para monitorear el progreso de las metas”.
En este mismo sentido, Julieta Loaiza, vicepresidenta de Comunicación y Asuntos Corporativos de Nestlé México, aseguró: “en Nestlé, desde 2017, nuestras fábricas y centros de distribución en México son cero desperdicio y en los últimos 14 años hemos beneficiado a más de 24,000 familias a través de las donación de 30 mil toneladas de productos a Bancos de Alimentos de México. Sabemos que la pérdida y el desperdicio de alimentos son desafíos complejos y globales, por ello hoy nos sumamos a la firma del Pacto por la Comida para continuar colaborando y compartiendo experiencias con toda la industria de alimentos y bebidas en nuestro país”.
Al formar parte de Pacto por la Comida las empresas podrán ahorrar costos en sus operaciones, reducir sus impactos ambientales y mejorar sus aportes sociales, además de contar con la asistencia técnica del equipo de Pacto, constituido por Bancos de Alimentos de México, WRAP (expertos en eficiencia de recursos) y de RPM Sustainability Consulting.