Por unanimidad, el Senado aprobó una reforma a la Ley de Salud para acotar el uso de grasas trans en la industria alimentaria, con lo que podría disminuir hasta en 10 por ciento las muertes por enfermedades cardiovasculares del país. Esa reforma, que obliga a los productores de margarinas, galletas, frituras y otros alimentos a no exceder el uso de esas grasas, se turnó a la Cámara de Diputados.
Se trata de la adición del artículo 216 Bis a la Ley General de Salud, que busca que los alimentos, bebidas no alcohólicas, aceites y grasas no puedan exceder dos partes de ácidos grasos trans de producción industrial por cada cien partes del total de ácidos grasos.
La senadora de Morena, Lilia Margarita Valdez, autora de la iniciativa, subrayó que las grasas trans de producción industrial son compuestos artificiales nocivos presentes en diferentes alimentos y grasas. Abundó que entre los alimentos que lo contienen están las mantecas vegetales, margarinas, galletas dulces y saladas, así como caramelos, comida tipo snack, palomitas de microondas, pasteles, aderezos, etcétera, los cuales se elaboran con combustibles vegetales parcialmente hidrogenados.
Ante el pleno, la senadora Valdez destacó que “tenemos una sociedad, un país con múltiples enfermedades que se causan por estas grasas trans, que se solidifican y se acumulan en nuestras arterias y en nuestros corazones, estamos dando un paso histórico, porque estamos previniendo enfermedades crónico-degenerativas que son muy costosas y difíciles de curar…”.
El presidente de la Comisión de Salud, el morenista Américo Villarreal, calificó como lamentable la alimentación que se fomenta en nuestro país, ya que es la principal causa de los altos niveles de morbilidad y mortalidad, por lo que reformar a la industria alimentaria es primordial para garantizar una mejor calidad de vida a las y los mexicanos.
Villarreal explicó que se modifica la forma en que la industria alimenticia “nos presenta la oportunidad de tener alimentos más saludables y brindar a nuestra población mejores oportunidades y calidad de vida mediante la prevención y la promoción de la salud, esto es la atención primaria de la salud”.
De esta manera, los alimentos, bebidas no alcohólicas, aceites y grasas no podrán exceder dos partes de ácidos grasos trans de producción industrial por cada cien partes del total, cabe señalar que una bolsa de frituras de cien gramos puede contener hasta 87 miligramos de grasas trans.
La reforma faculta a la Secretaría de Salud para establecer las bases de regulación para los ácidos grasos trans de producción industrial y, de acuerdo con la dependencia, si se elimina el consumo de grasas trans podrían prevenirse entre 5 y 10 por ciento de muertes cardiovasculares en el país.