Nutrinsectos es una firma jalisciense que produce 20 toneladas de harina de grillo, una proteína que busca sustiuir a las cárnicas.
La irrupción de la pandemia de Covid-19 en México y su letalidad en personas con cormobilidades ha motivado que cada día sean más los mexicanos que optan por un estilo saludable y sustentable de alimentación.
Este hecho no ha pasado desapercibido por emprendimientos enfocados en los alimentos sustentables, quienes han visto en la sustitución de la proteína cárnica por la de insectos un importante nicho de crecimiento.
De acuerdo con estudios difundidos en la revista Food and Function, se ha comprobado el impacto positivo que las harinas de insectos pueden ejercer sobre las propiedades funcionales y sensoriales de los alimentos, así como el papel potencial en la prevención de enfermedades asociadas a la hiperglucemia y la hiperlipidemia.
Es por ello actualmente es más frecuente que hace unos años que productos como galletas, harina para hacer hot cakes y churros botaneros hechos con insectos hayan saltado de las tiendas naturistas al anaquel de los supermercados.
Tal es el caso de la empresa jalisciense Nutrinsectos, que irrumpió en el mercado nacional e internacional como una alternativa tangible para el consumo de proteína sustentable, es decir, de grillos caseros.
Estos animales, considerados en muchos hogares una plaga molesta, ha demostrado ser una importante fuente de alimentación debido al aporte nutrimental que tiene para la ingesta humana si se compara con las proteínas cárnicas convencionales. La proteína obtenida a través de grillos caseros aporta alrededor del 70 % de nutrientes si se compara con el 25 % que arroja la carne de res, explica el fundador de Nutrinsectos.
De acuerdo con la empresa, la harina de grillo puede aportar más calcio que la leche, más vitamina B12 que el salmón o incluso más hierro que la espinaca y más Omegas 3 y 6, entre otros nutrientes y grasas saludables.