El Día Internacional del Dulce de Leche se celebra cada 11 de octubre, fecha establecida en 1998 por el Centro Argentino de Promoción del Dulce de Leche y Afines para promocionar su consumo y producción, así como también seguir posicionándolo como un símbolo de la gastronomía argentina a nivel mundial.
Declarado Patrimonio Cultural Alimentario y Gastronómico de la Argentina, se consolidó como un símbolo de la gastronomía local en el mundo. Según los más recientes relevamientos de la cartera agropecuaria, indican que en la Argentina se producen 128 mil toneladas de dulce de leche al año. En promedio, cada argentino consume 3,2 kilos al año, lo que lo ubica como el cuarto producto lácteo más elegido, después de la leche, los quesos y el yogurt. En cuanto a las formas de consumo en el hogar, la principal es untado, y en menor proporción en preparaciones dulces y postres y a cucharadas.
El Dulce de Leche es un producto alimenticio que se prepara mediante la cocción de la leche con azúcar a altas temperaturas durante varias horas, hasta que la leche se evapora y el azúcar se caramelice. Se utiliza como cobertura de postres, para untar o jaspear.
En lo concerniente a sus orígenes se indican varias versiones. Una de ellas se remonta al siglo VI, dado que algunos historiadores estiman que, en el sudeste asiático, específicamente Indonesia, se preparaba este manjar. Cuando las islas aledañas de este país sucumbieron al dominio español en el siglo XVI se introdujo en América.
El dulce de leche es ampliamente utilizado en la industria de la pastelería y la confitería. Existen muchas opciones para disfrutar de este producto alimenticio, debido a su gran versatilidad en la preparación de tartas, postres y helados. O simplemente puedes comerlo con una cuchara, untarlo en pan, panqueques, gofres y galletas.