Históricamente, el cereal ha sido unas de las principales fuentes de alimentación para la humanidad. Su nombre deriva de la palabra Ceres, la deidad romana que representaba la agricultura. México no es la excepción en el consumo de cereal; el más consumido es el maíz, en tanto que el arroz es considerado uno de los tres cereales más consumidos en nuestro país luego del maíz y el trigo, los cuales en conjunto representan los tres principales cultivos básicos fundamentales para la seguridad alimentaria mundial.
Uno de los cereales más importantes a nivel mundial es el maíz, el cual es fuente principal de hidratos de carbono y puede ser fuente de vitaminas y minerales. Por su parte, el arroz puede ser buena fuente de vitaminas como vitamina D, B3 y B1 así como minerales entre los que destacan el calcio y el hierro. Además, el arroz bajo en sodio puede ayudar a controlar la presión arterial y por ello puede ser incluido en la dieta para quienes sufren de hipertensión.
Kellogg, comprometido con brindar una variedad de alimentos nutritivos para toda la familia, ha buscado mantener el origen natural del maíz y arroz en sus cereales, entre otros ingredientes, a lo largo de los años. Un claro ejemplo es Corn Flakes, el cual desde que fue creado por Kellogg´s ha mantenido la misma receta. Desde 1923 Kellogg fue uno de los primeros en la industria en contratar una nutrióloga para la elaboración de sus alimentos, buscando que fueran fáciles de consumir y, sobre todo, nutritivos.
El proceso del campo a la mesa para Corn Flakes comienza con el grano de maíz sin germen y sin cascarilla, llamado “Grit”, y con malta, la cual proviene de la cebada y que se germina de manera controlada con un delicioso sabor tostado y acaramelado. Esta mezcla entre maíz y malta se cocina, tuesta y se le incorpora vitaminas y minerales. Cada una de las hojuelas de Corn Flakes son el resultado de cada grano de maíz, por lo que en su proceso de elaboración se respeta el origen natural del grano, además las hojuelas de algunas de tus marcas favoritas como Corn Flakes, Special K, Extra e incluso Zucaritas, no contienen harina. El proceso con Zucaritas es similar sólo que se le incorpora un glaseado a cada hojuela que le da ese sabor tan característico que a muchos les encanta, y se adiciona vitamina D, vitamina B1, vitamina B6, vitamina B12 y ácido fólico.
Por su parte, Choco Krispis también es un alimento que respeta el origen natural del cereal, en este el arroz. Para este proceso el arroz es cocido, inflado y después recubierto con cocoa natural, vitaminas y minerales. Para la elaboración de Choco Krispis se respeta el origen natural de la cocoa, la cual puede ser rica en flavonoides.
De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF por sus siglas en inglés), 3 de cada 10 personas en el mundo presentan un consumo deficiente de hierro, yodo, vitamina A, vitamina D, zinc y ácido fólico[vii], por lo que los alimentos fortificados ayudan a atender las carencias más comunes de micronutrientes en el mundo, es por eso que en Kellogg se fortifican los cereales con micronutrientes, es decir, se les añaden vitaminas y minerales ya que mejoran su calidad nutrimental, ayudan a cubrir los requerimientos diarios de las personas a través del alimento y pueden ayudar a contribuir con la salud individual y de las familias.
“Como empresa enfocada en apoyar los estilos de vida de cada miembro de la familia, nuestras estrategias de innovación buscan dar soluciones a las necesidades de alimentación que tienen nuestros consumidores, es por ello que estamos comprometidos con alimentar a millones de personas proporcionando los nutrientes necesarios a través de nuestro portafolio basado en granos en cada uno de nuestros cereales”, afirmó Eduardo Lemos, director senior de Categorías para Kellogg México.
Actualmente la industria alimentaria juega un papel importante en ayudar a los consumidores a satisfacer sus necesidades nutricionales y Kellogg está comprometido a alimentar a las familias para que puedan crecer y prosperar, manteniendo este enfoque orientado a mantener el origen natural de los alimentos que se ofrecen, así como su fortificación, ayudando a garantizar que estos proporcionen los nutrientes adecuados que los consumidores desean y necesitan.