El precio internacional del cacao experimentó en febrero pasado un alza del 35 por ciento respecto al cierre de enero, su mayor aumento mensual en 23 años.
En los primeros dos meses del 2024, su aumento fue de 55 por ciento, y el lunes pasado alcanzó un máximo histórico nominal de 6 mil 884 dólares por tonelada métrica en el Intercontinental Exchange.
El problema es que desde el año pasado los cultivos en África occidental, que tradicionalmente producía cerca de tres cuartas partes del cacao en el mundo, sufren de la enfermedad de la negrilla, que hace que las vainas se ennegrezcan y se pudran. Además, algunas zonas de cultivos padecen sequías y en otras hay inundaciones que obstaculizan el transporte a los puertos de exportación.
Ya desde el 2023, año en el que se encareció un 50 por ciento el cacao, los fabricantes de chocolates en el mundo empezaron a realizar ajustes en sus productos, con medidas como las siguientes:
* Trasladar los mayores costos a los consumidores.
* Reducir los tamaños de las presentaciones.
* Utilizar la automatización ha ayudado a recortar los costos de producción.
* Aumentar los rellenos de dulces que son de otros ingredientes, como caramelos, galletas, nueces o fruta, reduciendo el contenido de la manteca de cacao.
* Sustituir parte de la manteca de cacao de sus productos por sustitutos más baratos, como el aceite de palma.
Ante las fuertes presiones de los costos del cacao, analistas de Morgan Stanley redujeron recientemente la calificación de las acciones de Hershey a infraponderadas. El precio de su acción se ha desplomado un 31 por ciento desde un máximo alcanzado en abril del 2023.
Los altos precios están animando a ésta y otras empresas a seguir diversificándose más allá del chocolate.
En la conferencia anual del Consumer Analyst Group de Nueva York, a finales de febrero, Hershey dijo que planea aumentar su capacidad de gomitas en un 50 por ciento en el 2024.