La repostería es todo un arte ya que todo el proceso requiere de gran detallado para lograr resultados espectaculares. Se tiene que tomar en cuenta los ingredientes, los sabores, los adornos y sobretodos los materiales que vamos a utilizar.
Una de los aspectos que debemos tomar muy en cuenta son elegir los moldes adecuados para cada una de las recetas que vamos a preparar. A continuación te hablaremos de los moldes más populares en el mundo de la repostería.
Molde de aluminio: estos son uno de los más comunes, ya que este metal es un gran conductor de calor, por lo que facilitan mucho el horneado de tortas, bizcochos, entre otros. Es importante tener cuidado con estos moldes porque tienden a descarapelarse u oxidarse.
Molde de porcelana: este material es de suma resistencia, a pesar de lo que puedan pensar muchos, estos pueden durarnos años. Otra de las ventajas es que con ellos puedes hacer preparaciones tanto frías como calientes.
Molde de vidrio: uno de los preferidos para los profesionales de la repostería y que se utilizan en muchas otras áreas de la cocina. La gran virtud de estos moldes es mantienen la temperatura en el horno y conservan los postres por más tiempo. Claro que hay que tener mucho cuidado de no quebrarlos, sobretodo al desmoldar.
Moldes de hierro fundido: uno de los clásicos por excelencia, son muy usados desde hace mucho tiempo ya que son muy resistentes y durables. Además de que hay una gran variedad de presentaciones.
Moldes de silicona: son una de las últimas tendencias ya que son muy prácticos, flexibles y con diseños muy creativos. Contrario a lo que se puede imaginar se adaptan perfectamente a temperaturas extremas. Lo único es que tenemos que engrasar muy bien los moldes para desmoldar sin complicaciones.