Por: Malinali López
Ha llegado el momento de conocer a nuestro mayorista del mes, y para ello viajaremos a Ciudad Obregón, Sonora, donde hace apenas seis meses abrió una dulcería dispuesta a conquistar a la gente de aquel lugar: Candy House.
“Somos una dulcería muy joven, vamos empezando, prácticamente. Somos una dulcería chica, pero tenemos mucho entusiasmo y mucho deseo de sacarla adelante”, comenzó a platicarnos un emocionado Carlos Ruiz.
Y agregó: “Mi hermana ya había concebido con su esposo la idea de poner una dulcería; me platican el proyecto, a mí me agradó y comenzamos a trabajar. Nos pusimos a investigar, a buscar proveedores, el local, el mobiliario, investigar precios cómo se está manejando el mercado, ya que estábamos entrando en un área que desconocíamos totalmente”.
Por su parte, Silvia Ruiz reconoció que fue gracias a una prima que posee una dulcería de donde tomaron la inspiración. “No teníamos experiencia en el ramo, pero nació la inquietud de querer emprender y estamos metidos en esto. Y los dulces, siempre hay fiestas, los cumpleaños se celebran y dijimos, ‘podemos probar con una dulcería”, y así, el 31 de agosto del año pasado se inauguró formalmente Candy House.
Don Carlos recuerda que ese día los acompañaron amigos y familiares, lo cual llamó la atención de la gente que pasa porque veían que había mucho movimiento, y esa gente después regresó y les comentaba que dijeron pasar porque habían visto mucha gente y les llamó la atención el negocio.
“Buscamos iniciaron con precios más bajos que lo que normalmente se manejaba en otras dulcerías, con la intención de posicionarnos, de ganar clientela, de darnos a conocer; y puedo creer que va de menos a más, va creciendo, gracias a Dios. No logramos todavía las ventas que queremos, pero también entendemos que llevamos poco tiempo. Seguimos buscando proveedores que nos puedan ofrecer otro tipo de productos, precios más económicos; pero vamos bien para el tiempo que tenemos”, aseguró.
“La gente que ha entrado les ha gustado la dulcería, y hay gente que ha regresado, o sea que ya estamos creando nuestros clientes”, agregó la señora Silvia.
Y aunque reconocen que hay un negocio similar más o menos cerca, don Carlos nos comenta por qué vio potencial en el lugar donde están ubicados. “Número uno, por la calle; es una calle muy transitada, pasa mucho auto y enseguida está una escuela, eso hace que haya mucho flujo de personas en auto. Gran parte del éxito de un negocio es que tenga estacionamiento, porque si no tiene la gente se va y busca otro lugar donde sí se puedan estacionar; aquí hay mucho estacionamiento, entonces el que alguien llegue en carro no es un problema y eso nos lo ha comentado la propia gente.
“Al principio manejábamos precios igual, o un poco más bajos, con la intención de posicionar. Y el otro punto es el servicio, ser atentos, amables con las personas, y que ellos se sientan a gusto comprando con nosotros, que vean limpieza, que vean orden, eso los motiva a regresar”.
En Candy House, además de toda la gama de dulces, chocolates, chicles, paletas, salsas, botanas, refrescos, galletas, etc., también encontramos desechables, artículos para fiestas como globos, velas, cortinas y piñatas, bajo pedido.
Igualmente podemos encontrar dulces típicos más tradicionales como cocadas, pepitorias, cacahuates garapiñados y borrachitos, pero también otro tipo de dulces que están de moda, como los coreanos. Al respecto nos comentaron “Esa sección también ha llamado mucho la atención y tratamos de rotarla; tenemos mochis, bombones rellenos, bebidas como Ramune, sopas instantáneas, etc.”.
La inclusión de esta sección fue justamente para atraer a los jóvenes, pues reconocen que no cualquier persona conoce de estos productos, “los adultos van por los tradicionales, los que conocen de mucho tiempo, pero los jovencitos son los quienes conocen y piden estos productos”.
Y de acuerdo con nuestros entrevistados, de toda la gama de productos que encontramos en Candy House, los que más se venden son todos los “enchilosos”, “Rielitos”, “¨Picoritos”, “Serpentinas” y paletas, además de las frituras y el chamoy.
Respecto a los principales clientes que visitan Candy House, nos contaron que son los vecinos de las colonias aledañas, gente que va a celebrar un cumpleaños, algún evento o quien tiene un antojo. “Me toco una clienta que llegaba y compraba mucho, y le dije ‘va a estar buena la fiesta’, a lo que me respondió que no era para ninguna fiesta, sino para tener es su casa para la hora del antojo”, nos contó entre risas Carlos Ruiz.
Aunque la dulcería lleva apenas unos meses abierta al público, nos confesaron que sí notaron un incremento en ventas en las pasadas festividades. “En octubre que se celebra el Halloween, los últimos días previos a la celebración sí se notó drásticamente como subieron las ventas. Igual en diciembre, las posadas nos aumentaron el 50- 60 % más”, nos contó Silvia Ruiz, y se dijeron expectantes por las celebraciones que vienen, principalmente el Día del Niño.
En lo que se refiere a las redes sociales, el señor Ruiz señaló que ha visto un beneficio y considera que deben explotarlas más; “es la manera en la que vamos a poder llegar a muchas personas de una manera más rápido que si nos esperamos a que la gente pase, volteé a vernos y llegue”.
Al preguntarles por qué invitarían a la gente a conocer Candy House, no dudaron en señalar: “Van a encontrar buena atención, buen trato, buen servicio y nuestra variedad de productos que tenemos y un buen precio”.
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